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Gran parte de estos escritos pertenecen a mis libros
-De lo Cotidiano a lo Divino,
-Lágrimas Negras,

-Cuadernillo de Recuerdos y,
-Murano


-Varias imá
genes las he tomado de internet; las fotografías que me pertenecen y son de mi autoría están específicadas-

domingo, 23 de noviembre de 2008

AL MAESTRO ZAPATERO DEL MERCADO DE MAIPÚ

Conozco a un hombre que admiro por su trabajo, es un artesano –zapatero- al que le falta un brazo, de contextura pequeña, gordo, piel oscura y ojos tristes.

Acostumbro caminar por distintas avenidas de Santiago, en especial por aquellas donde trabajan obreros y personas de mucho esfuerzo. Y, en más de una ocasión me lo he topado, con su bolso de sueleta, cruzado y su caminar inestable producto de una cojera. El se llama Julio, don Julio.

Esta mañana de domingo he ido a su taller y hablamos de su trabajo prodigioso, me mostró con orgullo sus máquinas para zurcir zapatos, en especial la máquina “Black”.

Su mirada y la mía se cruzaban en ocasiones, él queriendo decir muchas cosas y, yo deseando preguntar otras más.

No recuerdo cómo empezó todo, esta facilidad que tengo para que la personas me hablen de sus vidas y me llenan de información que, aunque escriba libros y libros nunca terminaré de vomitar en ellos todo esto que guarda mi corazón.

Sucede que cuando él tenía un año perdió su brazo izquierdo luego, a la edad de siete, su pierna del mismo lado. A medida que crecía el huesito del hombro se desarrollaba más no la piel y se debió someter a diversas operaciones hasta que llegó a una edad adulta. Aquellas consistían en cortar el hueso que se asomaba con ímpetu siguiendo un desarrollo no deseado.

Don Julio, un esposo ejemplar, padre amoroso y abuelo amado, todo un héroe.

Si conocieran su trabajo quedarían tan deslumbrados como yo, es un mago cuyas virtudes se fortalecieron gracias al aprendizaje que asumió desde niño.

Lo podrán encontrar en el Mercado de Maipú, es de los pocos zapateros que van quedando debido al auge de los zapatos desechables.


Mi Querido Don Julio:

Usted y yo sabemos que hay muchos detalles de su magia, hoy esta maga sólo se ha limitado a resumir un pequeño trocito de nostalgia y parte de la gran admiración que siente por su persona. Es cierto que estoy llorando, pero no se entristezca ambos somos del mismo linaje de magos y, cuando dos almas fuertes se encuentran se aprietan las manos como lo hicimos esta mañana y sus ojos brillan y, sin necesidad de palabras, se cobijan y apañan.


SANTIAGO, domingo 23 de noviembre de 2008.

3 comentarios:

  1. Una preciosidad de relato que deja entrever un alma preciosa.

    Un beso.

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  2. ...Pocos tesoros así quedan en estos tiempos del usar y tirar. Enriquecedora experiencia, Maga...
    NOS LEEMOS: LeeTamargo.-

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  3. y hoy me hiciste emocionar. muy bello maga. uy GRANDE DON JULIO.


    Jorge

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