RECUERDOS, para ALINA GALLIANO

Cuando el tabaco dibuja pececitos en el aire y el sabor de tus naranjas se viste de femenino aroma, las castañuelas de mi abuela paterna bordan en el aire mañanitas color canela.

Rosa es más alegre, alarga su escote, se acorta la falda y empieza a coquetear, sonrojando a las nietas que la vemos bailar.

Las dos se colgaron de tu sombrero, con la misma complicidad que tuvieron al tejer mi frazada de cuna. Eran cuadraditos de mil colores, de medidas exactas , cada uno con una historia de sus andanzas. 

Mujeres de campo que aprendieron el oficio de parteras debido al aislamiento de sus tierras, amaban la costura y los cuentos junto al brasero.

Cuando despierto y no están cerca,  sé que se han dormido junto a tu cama. Basta con que te rasques la oreja y las ahuyentes para que vuelvan a mi ventana.

Mientras te escribo estás líneas los recuerdos de infancia toman sabor a chocolate caliente, a mazapán y a mermelada de moras.

Eres hoja de un libro que aún no se ha escrito.

Con abrazo sostenido, para mi Ali,

Magaoliveira

CHILE