DE MUSAS Y DUENDES

En este andar por las letras he conocido talentosos artistas, seres luminosos cuyo amor por la creación es una fuente de inspiración inagotable.

A ratos las musas se nos quedan dormidas, o el duende se va de juerga con ellas; cuando eso sucede me fumo un cigarrillo y dejo que mi poesía se de un baño de espuma.

Porque de vez en cuando es necesario que una obra “envejezca”, como el vino. Hay que darle su tiempo para que maduren las ideas y, de esta manera, un tanto más relajada la tomo con delicadeza, la limpio con amor, luego la muestro a alguna persona cercana (como mostrar a una mujer sin maquillaje) estudio ideas y procedo a adornarla preparándola para su debut.

Cuando la bautizo, la presento en sociedad. Y es la vedette de la fiesta, de mi fiesta. Porque cada una de mis obras tienen su propio carácter.

Reconozco que algunas son más osadas y se lanzan al escenario tal cual vinieron al mundo; otras, tímidas doncellas que, hasta el día de hoy, no se atreven a mostrarse.

Y como dije al principio, en este andar por las letras he conocido seres que me dejan boquiabierta con sus creaciones y cuentan con toda mi admiración.

Por ellos, por las musas, por el duende…SALUD¡¡



magaoliveira