Historia real contada en estilo Imaginario

Conocí un caso muy particular y lo comparto por este medio al estilo de Nicanor Parra:

En un colegio “imaginario”
Una señora “imaginaria”
Pasó a llevar los derechos de un niño “imaginario”.

Le sacó la ropa “imaginaria”
(Según ella no debía andar tan abrigado).

Le alisó el pelo “imaginario”
(Según ella el pelo crespo era ordinario).

Cuando la madre “imaginaria” de este niño “imaginario”
Enfrentó a esta señora “imaginaria”
Defendiendo los derechos “imaginarios”
De su hijo “imaginario”.

Adivinen¡¡


Y ahora lo cuento a mi propio estilo:

Esa madre ha sido calumniada y mal tratada
Por las otras apoderadas.

En pleno Siglo XXI aún quedan "damas"
Que no son imaginarias
A las cuales se les olvidó que una madre consecuente,
DEFIENDE A SUS HIJOS
CUESTE LO QUE CUESTE.





Nota: Esta Historia es real, sucede en un Colegio en Santiago de Chile.

CONFIDENCIA

DETRAS DEL ARCO IRIS

La abuela me enseñó a tejer con palillos, cuyas puntas redondeaba para evitar que me hiciera daño, y tejíamos juntas horas y horas hablando de princesas encantadas y reinos majestuosos que se levantaban al otro lado del arco iris.

Creamos un castillo de gigantes, donde todo tenía ese aspecto: gigantes soberanos, gigantes vasallos, gigantes y hermosas damas de cabelleras largas y gigantes jardines donde podíamos tomar un enorme tazón de leche.

Como todo era gigante, cada uno de los habitantes de ese enorme terreno tenía un “Gigante Corazón”, es decir, enormemente bondadosos.

De todos los personajes creados, mi preferido era un jardinero que no podaba rosas ya que su esencia se lo prohibía, más bien su misión era hacer crecer enormes rosales alrededor del reino.

Como en toda historia de hadas y no sé en qué momento, se nos coló un malvado que comenzó a cortar las rosas para llevarlas a su propio reino, cuando el jardinero descubrió aquel daño, comenzó a recoger llorando una por una las hojitas de las alicaídas rosas, por cada lágrima derramada nacerían el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, y violeta que, al mezclarse con la luz se quedaron plasmados en el arco iris.

Como él era nuestro héroe, tomó al villano por los pies y luego de hacerlo girar y girar lo lanzó tan lejos como pudo. Una vez repuesto el malvado creó un mito entorno al reino: “Detrás del arco iris existe una olla llena de monedas de oro”, todo para llevar a los incautos al reino de la gente de gigante corazón.

Lo que el villano no sabe es este secreto –que te lo cuento murmurando-:

“El reino… se mudó… dentro del arco iris”.

La importancia de la magia

Un nuevo mes comienza, sol radiante en Santiago de Chile, pastillitas para calmar los ánimos se divulgan por las noticias.

Hay que reinventarse, hacerse de nuevo no temer al cambio, los cambios limpian los espacios, aclaran el aura, deja que entre el vientecito tibio y que recorra la casa.

Vamos, dejemos que la magia entre en nuestras vidas, sonriamos por un momento eso sirve… por último… tómalo como un ejercicio para los músculos de la cara.

La magia danza conmigo y me hace fuerte ya no me importa el ridículo, sé lo que es:

1.- Entrar a un restaurantt y que las mesas no den el ancho para una silla de ruedas; pero es fácil te cambian de silla. ¿DEBERIAN EXISTIR MESAS PARA MINUSVALIDOS?

2.- Ingresar a una sala de clases con muletas y, al llegar al último asiento te lo cedan por que “no queda otra”, al cojo hay que “darle el asiento”. EN LAS AULAS, ¿PODRIAN EXISTIR SILLAS Y MESAS RESERVADAS PARA MINUSVALIDOS?

3.- Subirte al transantiago con un bastón y que no tengas de dónde asirte. ¿A QUIEN SE LE OCURRIO QUE EL TRANSANTIAGO ERA PARA “TODOS”?

4.- Que en la calle no te den una entrada a un pub porque andas en silla de ruedas. ¿ACASO NO TENGO DERECHO A DISTRAERME?

Ese ridículo lo viví en carne propia, pero no he sido quien lo ha pasado, más bien quienes no están preparados para enfrentar a un minusválido o la rehabilitación de este. Entones, FACIL evitemoslo y que nos enseñen a todos a "ponernos en el lugar del otro"...es parte de la magia.